Ubicada en pleno barrio de Salamanca, esta vivienda busca preservar la esencia distintiva de la zona, caracterizada por sus elegantes molduras y cuarterones aportando un aire clásico y sofisticado.
El diseño interior destaca por un sofá curvo, que no solo añade un toque de sofisticación, sino que también invita a la convivencia y el confort. Esta pieza central, con sus líneas fluidas y elegantes, se convierte en un elemento focal que complementa las molduras clásicas, estableciendo un diálogo visual entre los estilos.
Cada detalle ha sido cuidadosamente seleccionado para crear un ambiente acogedor y estilizado, donde los elementos modernos se integran armoniosamente con la herencia arquitectónica del barrio