Este singular espacio se caracteriza por la presencia de antigüedades que aportan una profunda personalidad y un sentido de historia al interior. Cada rincón está cuidadosamente adornado con objetos que narran relatos de tiempos pasados, creando un ambiente que invita a la reflexión y la conexión con el pasado.
El suelo de barro, con sus suaves tonos y patrones únicos, complementa la calidez de la madera utilizada en los muebles y acabados. Este uso de materiales naturales no solo añade un toque de rusticidad, sino que también contribuye a la sensación acogedora que que conecta con la naturaleza y la artesanía.
La luz natural inunda el interior, generando una sensación de amplitud y luminosidad que realza los colores y detalles de los objetos presentes.. Este equilibrio entre la luz, los materiales y los objetos antiguos establece un refugio sereno.