Una librería se presenta como elemento principal del salón, sirviendo no solo como un punto focal visual, sino también como un refugio para el conocimiento y la creatividad. En ella, los libros se combinan con elementos decorativos que aportan un aire personal y acogedor.
La cocina abierta al salón crea una sensación de amplitud y conexión, permitiendo que la luz natural fluya libremente y generando un ambiente perfecto para la convivencia.
Los toques de rojo que se encuentran en pequeños detalles añaden un aire fresco e inesperado, sumando sofisticación a la decoración. Estos detalles sutiles, presentes en cojines, cuadros y accesorios, crean un contraste vibrante que dinamiza el ambiente y aportan personalidad.
Grandes fotografías tipo mural adornan las paredes, añadiendo un toque artístico y personal. Estas imágenes no solo decoran, sino que también cuentan historias, convirtiendo cada pared en una galería.
La madera, en una cálida sinfonía de texturas, envuelve parte de la casa desde el suelo hasta el mobiliario, proporcionando una sensación de cercanía y confort. Esta combinación de elementos genera un hogar donde la elegancia se encuentra con la calidez, invitando a disfrutar de cada rincón.